Hoy os prepararemos una masa ideal para hacer galletas de mantequilla que luego podremos decorar con royal icing o fondant, y para ello necesitaremos los siguientes ingredientes:
- 250gr de mantequilla sin sal
- 250gr de azucar glass
- 1 huevo talla L
- 500gr de harina normal o para repostería (tamizada)
- 1 chorrito de nata
- Aroma al gusto
- 1 pizca de sal
(todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente)
Cantidad para 30 o 35 galletas de entre 8 y 10 cm.
Batiremos la mantequilla a velocidad media hasta que tenga una textura suave y cremosa, este proceso durara aproximadamente 2 minutos
Incorporamos el azúcar glass a nuestra mantequilla.
Batimos la mezcla a velocidad baja hasta que el azúcar glass quede totalmente integrado, subiremos a velocidad media y batiremos hasta que la mantequilla haya blanqueado y aumentado ligeramente su volumen, quedará con una textura esponjosa, como se muestra en la siguiente imagen. Este proceso no debe durar más de 3 minutos ya que si no, estaríamos integrando mucho aire a la mantequilla y podrían salirnos burbujas en las galletas al hornearlas.
Pararemos la máquina y añadiremos el aroma, que en este caso, hemos elegido vainilla de Madagascar, integramos bien en la mezcla, paramos la máquina.
Agregamos el huevo e integramos bien en la mezcla a velocidad baja.
Cuando esté totalmente integrado el huevo a la mezcla, comenzaremos a añadir la harina a cucharadas a velocidad baja.
Cuando todavía nos queda aproximadamente la cuarta parte de la harina, paramos la máquina, incorporaremos un chorrito de leche (esta cantidad de leche puede variar, va a depender de la humedad del ambiente y de la harina) y con una espátula bajamos bien toda la harina que se haya quedado pegada a las paredes del bol.
Seguimos batiendo ya a una velocidad un poco mas fuerte e incorporamos el resto de la harina hasta que esté totalmente ligada la masa y forme una bola que se despegue de las paredes del bol. La masa deberá estar húmeda, muy suave y un poco pringosa, pero no debe pegarse a las manos, si esto sucede, añadiremos un poco de harina.
Cuando obtengamos una masa uniforme la colocamos sobre la encimera, tabla o cualquier superficie y le daremos forma rectangular (no hace falta seguir amasando la masa, solo unirla con las manos para darle la forma, no nos interesa desarrollar el gluten de la harina amasándola, ya que esto haría que las galletas puedan encogerse durante el horneado).
Cortamos la masa en 3 partes.
Nos ayudamos con las manos a darle forma sobre el papel de hornear.
Estiramos cada uno de estos trozos entre 2 papeles para hornear con la ayuda de un rodillo colocando a cada lado de la masa unos niveladores para que esta nos quede de un grosor uniforme, recomendamos unos 5mm como mínimo, ya que si las hacemos más delgadas se nos partirían a la hora de decorarlas.
Cuando tengamos nuestra masa ya estirada y completamente nivelada la meteremos en la nevera y así con los 2 trozos restantes, los colocaremos uno sobre otro y dejaremos reposar la masa al menos 2 horas antes de cortar las galletas.
Despegamos el papel de la parte superior y cortamos las galletas con un cortador de pastas, colocamos todas las galletas sobre la bandeja para hornear, os aconsejamos que todas las galletas tengan el mismo tamaño, ya que no todas las galletas tardan el mismo tiempo en hacerse (si la masa está bien fría podemos manipular con facilidad la galleta ya cortada sin ningún riesgo a que se deforme en el proceso de colocación sobre la bandeja). También aconsejamos dejar unos 2cm de separación entre cada galleta, aunque esta masa no suele crecer mucho, ya que no tiene ningún tipo de levadura incorporada.
Metemos en el frigorífico la bandeja con las galletas ya cortadas, este paso nos ayuda a que todas las galletas entren en el horno a la misma temperatura, ya que en el proceso de cortado de las galletas al manipularlas siempre las últimas en cortarse van a estar mas frías que las primeras; este proceso ayudará a que las galletas no pierdan su forma al hornearlas.
Entre tanto, precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo y colocaremos la rejilla del horno en el centro, una vez conseguida esta temperatura metemos la bandeja.
Horneamos durante unos 12 minutos como mínimo. Este tiempo va a depender siempre de cada horno, hay que estar muy pendiente en los últimos minutos, ya que un minuto más puede quemarlas.
Cuando saquemos las galletas del horno tenemos que tener en cuenta que se siguen cocinando, estarán blandas, esto no significa que estén crudas, por eso recomendamos que nos queden un poco claritas para así poder dejarlas enfriar sobre la misma bandeja entre 5 y 7 minutos, tiempo suficiente para que se endurezcan y así nos facilita el proceso de despegado de la bandeja.
Después de despegarlas de la bandeja (eso podemos conseguirlo fácilmente retorciendo ligeramente la bandeja), las colocaremos sobre una rejilla y las dejaremos enfriar a temperatura ambiente al menos 2 horas antes de proceder a decorarlas.
Podemos preparar nuestras galletas con unos días de antelación (incluso una semana) antes de decorarlas, las podemos guardar en latas o cajas de madera, separando cada capa con papel de hornear, también podemos congelarlas, al igual que la masa. Si congelamos las galletas debemos descongelarlas sobre rejillas hasta que obtengan la temperatura ambiente antes de decorar. Las galletas ya decoradas no se deben congelar.
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