Siempre que voy a un restaurante lo primero que miro es la carta de postres.
Da igual que sea un sitio cutre que uno súper sofisticado, que sea comida tradicional o no.
Yo miro el postre.
Esto forma parte de una estrategia que he ido desarrollando según crecía, que consiste en asegurarme de que si hay un postre bueno, en mi estómago va a haber sitio para ingerir ese helado de vainilla con frambuesas asadas que tanto promete o esa tarta de chocolate casera, o el brownie...
Así, en numerosas ocasiones como el plato principal más pequeño de la carta sólo por tener el hueco suficiente para después zamparme un postre descomunal.
Mi madre, por el contrario, lleva toda la vida saltándose el postre.
Lo sé, ¡¡mi propia madre!! ¡¡saltándose el postre y pasando directamente al café!!
¿¿En qué cabeza cabe??
Pues nada nada, esto también ha pasado a formar parte de mi estrategia (y de la de mi padre) ante las comidas en restaurante, ya que sabemos que vamos a poder comernos no sólo un postre sino dos!
(Bueno, uno y medio cada uno).
La costumbre es la siguiente: obligarle a mi madre que pida el postre que nos apetece compartir como si fuera para ella (disimulando así que somos unos golosos sin remedio) y luego zampárnoslo nosotros como dos tragones.
Pero ayyyyyyyyyyyyyyyy! Ay!!!!!!
Hay veces que nuestra estrategia se va al garete porque hay un postre, UN POSTRE, al que mi madre es incapaz de resistir.
Sí.
Cuántas veces hemos planeado mi padre y yo la estrategia perfecta: él pedirá la tarta de manzana, yo la de chocolate y mi madre "pedirá" el soufflé con helado. Ya se nos está haciendo la boca agua pensando en zamparnos los tres postres entre los dos cuando uno de los dos mira bien la carta de postres y ¡¡¡¡¡¡¡¡¡noooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!
¡¡¡¡¡¡Tienen sorbete de limón al cava!!!!!!!
Se acabó.
Si hay sorbete de limón al cava mi madre lo pide.
Y punto.
No hay discusión.
No hay forma de engañarla para conseguir zamparnos una "isla flotante" o una mousse de chocolate entre los dos. Si hay sorbete hay sorbete. De nada sirven mis "pero mamá, ¿cómo te vas a tomar un sorbete de cava en invierno?" o los "jooo... pero si es que hay isla flotante" de mi padre. El sorbete de limón de mi madre es sagrado.
Pues bien. En honor de mi madre y del único postre que le gusta comer fuera de casa he preparado estos cupcakes de limón y cava.
Los he hecho basándome en mi propia receta de cupcakes de limón, intentándolos hacer aún más ligeros para que sean perfectos para celebrar la Nochevieja (que ya se sabe que se come tanto que al final sí que no cabe el postre, queramos o no!).
En la receta he usado Marc de Cava, que es una especie de aguardiente que se obtiene en el proceso de elaboración del Cava y tiene un sabor más intenso (y muchísimo más porcentaje de alcohol). Si no lo encontráis, podéis usar Marc de Champagne en la misma cantidad. Y si no, siempre podéis usar Cava o Champagne, simplemente tendréis que añadir más cantidad :)
CUPCAKES DE LIMÓN Y CAVA
Para el bizcocho:
100ml de aceite suave
200 g de azúcar blanco
3 huevos M
150 g de harina normal
50g de maicena
1 cucharadita y media de levadura Royal
120 ml de leche semidesnatada
La ralladura de un limón
Para el almíbar:
100 g de azúcar blanco
100 ml de agua
30 ml de marc de Cava
Para el merengue suizo:
220 g de azúcar blanco
4 claras de huevo
Precalentamos el horno a 180º (160º si es con ventilador).Preparamos la bandeja para cupcakes con 12 cápsulas de papel. Tamizamos las harinas con la levadura química en un bol y reservamos. Batimos el aceite con el azúcar hasta que se integren. Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo hasta que se incorporen. Incorporamos la ralladura de limón. Agregamos la mitad de la harina y batimos a velocidad baja hasta que se incorpore. A continuación, añadimos la leche, y volvemos a batir. Agregamos la otra mitad de la harina y batimos a velocidad baja hasta que la mezcla sea homogénea. Repartimos la mezcla en las cápsulas, sin llenarlas más de 2/3. Horneamos 20-22 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
Mientras se hornean los cupcakes, preparamos el almíbar en un cazo, calentando el azúcar con el agua hasta que la mezcla hierva. Retiramos del fuego, incorporamos el Marc de Cava. Dejamos enfriar los cupcakes en el molde 5 minutos y después pasamos a una rejilla, pinchamos su superficie varias veces con un palillo y los pintamos con el almíbar. Esperamos hasta que se enfríen por completo.
Para preparar el merengue, calentamos las claras con el azúcar al baño maría, removiendo, hasta que alcancen los 55º aproximadamente. Si no tenemos un termómetro de azúcar, podemos saber que está listo cuando el azúcar se haya disuelto por completo.Pasamos las claras al bol de la batidora y batimos a velocidad media-alta hasta tener un merengue brillante y sedoso (en ese momento veréis que está casi a temperatura ambiente).Usando una boquilla redonda, decoramos los cupcakes.Para el toque festivo podemos usar unas perlitas o non-pareils.
Espero que lo probéis.
Y de paso que os hagáis unos sorbetes de limón al cava en casa. En mi casa somos muy apañados: echamos dos bolas de helado en un vaso alto y luego llenamos hasta arriba con cava. Removemos un poco y ¡¡para dentro sin miramientos!!
Antes de despedirme por hoy os deseo:¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!!!!!!!!!
Intentaré escribir de nuevo el 31 pero no sé si seguiré viva!! jajaja. Ya sabéis que gracias a vuestros votos resulté ganadora en la San Silvestrada y, como consecuencia, acabaré el año corriendo 3 carreras de San Silvestre diferentes!!! 30kms para acabar 2013!!! Así que no sé si tendré fuerzas ni para comerme las uvas!!!
Os deseo todo lo mejor para 2014, y que disfrutéis muchísimo de todas estas fiestas con vuestra familia :)
Gracias por estar ahí siempre y por haber contribuido de forma fundamental a que mi año 2013 haya sido inolvidable!!!
Os quiero!!!
Alma
PD. Si os habéis perdido la Tarta de Turrón del programa de hoy, podéis verla aquí :)
http://www.lavidasabemejor.es/cupcake-maniacs/cupcake-maniacs-3-tarta-de-turron-de-jijona/
Si tienes alguna duda no contestes a este email. Escríbeme a objetivocupcake@gmail.com y prometo contestar lo antes posible.
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